Morante y Ferrera cortan tres orejas cada uno en Alcalá de Henares y Juan Ortega una

Toros Alcalá de Henares
Morante de la Puebla con la muleta. Archivo.

Los toros han vuelto a Alcalá de Henares -La Estudiantil- tras cinco años de cierre y la cancelación de la feria del pasado año que hubiera supuesto su reapertura. Los protagonistas del cartel de la segunda de feria fuero: Antonio Ferrera, Morante de la Puebla y Juan Ortega (quien sustituía a Cayetano Rivera por  lesión).

A las ocho de la tarde comenzaba el paseíllo ante toros de la ganadería de Antonio Bañuelos con tres cuartos de plaza dentro del aforo permitido. La tarde la abrió el extremeño Antonio Ferrera que recibió al animal por lances hasta conseguir llevarlo a los medios. El toro, cierto es, era escaso de fuerza, pero el extremeño fue poco a poco trabajándolo a base de medias verónicas par poder sacar la poca bravura que tenía.

Ferrera tras el caballo, y con la muleta en mano muy delicadamente, fue marcando varias series con su mano izquierda. Con mucha suavidad continuó hasta que el animal fue perdiendo fuerza y donde el extremeño decidió abreviar. Empañó la faena el final, tras un pinchazo y una estocada desprendida que le dejaron sin ninguna opción a premio.

El segundo de la tarde fue para Morante de la Puebla, un toro que comenzó con escasa fuerza hasta el punto, que fue cayéndose en varias ocasiones por un ruedo que no le brindó en este caso ninguna oportunidad. El público acertadamente mostró con desdén su disconformidad por las escasas cualidades del toro que, finalmente, fue devuelto.

El Sobrero salió sin embargo con excelente embestida y con un ritmo que el sevillano supo aprovechar desde su salida, luciendo varias series de medias verónicas. Muy buenos fueron los pares de banderillas con las que se consiguió animar a los tendidos. Ya con la muleta en mano Morante se arrimó a tablas llevando al animal a sus terrenos, marcando un gran inicio de faena con unos naturales muy seguidos intercambiados por la espalda. El animal le seguía el ritmo hasta que consiguió llevarlo a los medios donde marcó una gran tanda de derechazos.

Morante continuó toreando con mucha suavidad aprovechando muy bien las embestidas del animal por el lado derecho. El sevillano intercambió al pitón izquierdo exprimiendo al máximo al toro para conseguir varias series de naturales espectaculares. La gran faena la cerró con una estocada entera, lo que provocó que el animal cayera en segundos. El público le premió con una oreja.

Juan Ortega continuó con el tercero de la tarde, al que recibió por verónicas muy ajustadas y sorprendiendo al público de los tendidos. Extraordinarias fueron las banderillas del banderillero Andrés Revuelta. Sólo ya con la muleta en la mano, Juan Ortega comenzó por pases de pecho por ambos lados con muchísima lentitud intentando medir al animal. Con mucha seguridad y firmeza continuó por muletazos sin poder tener ligazón debido a la escasa fijeza del animal.

Ortega continuó con esperanza de que el animal rompiera y con mucha suavidad fue marcando varias series de naturales. Tras varios intentos para intentar ligar cada pase, fue imposible debido a que el animal fue perdiendo la escasa fuerza que tenía. Fue una pena que tuviera que abreviar y no pudiera lucir su toreo. El cordobés finalizó con una extraordinaria estocada en pleno hoyo de las agujas, algo que premió el público con una oreja.

Ferrera, con su segundo de la tarde, salió  muy templadamente para recibirlo con el capote. Prosiguió por verónicas, gaoneras y para rematar el tercio se lució con tres pares de banderillas con las que el público no pudo evitar levantarse de los tendidos. Se ancló de rodillas para comenzar su faena de muleta consiguiendo llevar al animal hasta los medios. Así, ya colocado el animal donde quería, fue muy despacio tirando de la escasa fuerza que tenía  hasta conseguir torear de cerca, consiguiendo con cada pase de pecho estar más cerca que el anterior, hasta rozarlo con su cuerpo. La faena del extremeño fue espectacular y cada vez fue a más, sacando todo lo que tenía del animal; cada muletazo lo ligaba al anterior, hasta hilar una tanda realmente impresionante. Finalizó con una gran estocada y consiguió cortar dos orejas.

El quinto de la tarde era para Morante que fue tan peligroso de salida que no le dio ninguna opción para poder lucirse con el capote, ya que al recibirlo, se lo partió en dos. A pesar de ello, el inicio de muleta fue brillante y con la tela muy baja, se pasaba cada vez más cerca del animal. El toreo al natural fue espectacular consiguiendo tener al público en pie durante toda la faena. El sevillano continuó por alto y a dos manos para cerrar la faena rematando con un trincherazo. Cerró con fuerza con una gran estocada y fue premiado con dos orejas.

Juan Ortega cerró la tarde en Alcalá de Henares ante un animal serio con el que tuvo pocas opciones con el capote, luciendo apenas un par de medias verónicas y rematando con el detalle de un par de navarras. Fue muy despacio aprovechando la casi nula humillación del toro, pero,  pesar de ello, intentó por todos los medios sacar alguna serie de naturales ligados. Prosiguió con la diestra, arrimándose cada vez más al astado hasta conseguir animar al público. Muy despacio, uniendo con delicadeza cada pase, el cordobés fue labrando un gran toreo. Emborronó su esfuerzo al rematar al animal con una estocada tendida y fue obligatorio el descabello. Al final fue fuertemente ovacionado por el tendido.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Alcalá de Henares, Madrid. Segunda de feria. Corrida de toros. Tres cuartos del aforo permitido (unos 6.000 aproximadamente).
Toros de Antonio Bañuelos.

En cuadrillas, Andrés Revuelta saludó en el tercero.

Antonio Ferrera (verde botella y oro): oreja y dos orejas.

Morante de la Puebla (purísima y oro): oreja y dos orejas.

Juan Ortega (hueso y azabache): oreja y ovación.

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